Sin dinero, pero con ganas de llevar a su familia a sus primeras vacaciones en años, Frederic hace un trato con su amigo Jean-Luc, director de un complejo turístico de lujo en el sur de Francia: un día de trabajo por un día libre en el hotel. Pero Frederic no esperaba tener que estar lejos de su mujer, Fanny y de su hijo, además de verse obligado a realizar las tareas más extrañas y absurdas.