Documental que nos lleva al escalofriante mundo de Ernesto, de él y de muchos adolescentes como él que, al elegir llevar una vida criminal, se convierten en víctimas y verdugos. Un retrato de varias historias desgarradoras de la vida de las pandillas en las que la brutalidad se cambia por «superioridad» y «respeto», pero que deja una víctima por armas de fuego cada 41 minutos.