Después de que a Carlos le es asignada la tarea de cuidar de Paola, ambos personajes deben limar asperezas para amenizar el tiempo que les toca compartir juntos; con el paso de los días, eventualmente ambos aprenden cosas importantes del otro y se miran, literalmente, con otros ojos. La historia muestra cómo dos personajes de mundos diferentes forman un vínculo de confianza, respeto mutuo, y quizás amor.