Tras la muerte de su esposa, Cheng, cocinero profesional, viaja con su hijo pequeño a una aldea remota de Finlandia para reunirse con un viejo amigo que conoció en Shanghái. A su llegada, no encuentra a nadie que conozca a su amigo, pero la dueña del café del pueblo, Sirkka, le ofrece alojamiento y, a cambio, Cheng la ayuda en la cocina sorprendiendo a los lugareños con las delicias de la cocina china. Poco a poco, sus recetas van fomentando el contacto entre las dos culturas, separadas por una enorme distancia.