En un remoto pueblo irlandés, Finbar (Liam Neeson), un asesino ya retirado que lucha por su redención, se ve envuelto en un peligroso juego con un trío de terroristas vengativos. En la tierra de santos y pecadores, hay pecados que no pueden ser enterrados.
Se nota que es de los 2020s cuando han de poner a un negro sin ningun sentido en un pueblo en el que en la época que relatan no habría ningún africano en una pequeña villa de Irlanda ni habiendose perdido, de allí se largaban hasta los irlandeses