Sloan es un adolescente apasionado por los coches de carreras. A Doug, su padre, no le gusta la idea de que su hijo se convierta en piloto de carreras. Para no decepcionar a su padre, Sloan oculta su pasión y se centra en lo que se espera de él: sus estudios y ayudar a gestionar el negocio familiar. Si bien a Sloan no le interesan las tareas escolares, sí está enamorado de su compañera de clase Angela. Para impresionarla, él se escabulle y la lleva a una aventura en la furgoneta de helados de su padre, durante la cual sufren un accidente y la furgoneta queda gravemente dañada. Afortunadamente, Angela escapa con solo unos pocos moretones, pero Sloan termina con una conmoción cerebral leve y una nueva capacidad para predecir ciertas situaciones antes de que sucedan. El tío Mitch de Angela puede reparar la camioneta; También le enseña a Sloan un par de cosas sobre cómo conducir. Justo cuando la vida parece mejorar, Doug llega al garaje y acusa a Mitch de malcriar a su hijo. Después de una acalorada discusión, se revela que Mitch y Doug tienen algo de historia entre ellos. Alguna vez fueron compañeros de carreras. Doug era el corredor número uno hasta que Scar, otro piloto que todavía dirige su propio equipo de carreras, lo organizó. Sloan decide que hará lo que sea necesario para recuperar un título que por derecho pertenece a su familia.